Mi página de Facebook
top of page

Jorge Isaacs revive en Ibagué: un regreso simbólico que une historia, arte y memoria

  • Foto del escritor: Tatty Umaña G
    Tatty Umaña G
  • 14 oct
  • 4 Min. de lectura
ree

Ibagué inmortaliza al autor de María con una escultura que celebra los 475 años de la ciudad y su legado cultural.


Un regreso 130 años después


Ciento treinta años después de su partida, Jorge Isaacs vuelve a Ibagué, pero esta vez no con su andar de explorador o político, sino con la serenidad del bronce que inmortaliza a los grandes. En el marco de la conmemoración de los 475 años de la fundación de la ciudad, fue inaugurada una escultura en su honor, un gesto que trasciende lo artístico para convertirse en un acto de memoria y gratitud.


El 14 de octubre de 2025, la Ciudad Musical de Colombia fue escenario de un acontecimiento profundamente simbólico: el regreso del autor de María, quien recorrió estas mismas calles en el siglo XIX. Su figura, ahora perpetuada en el paisaje urbano, parece observar el paso del tiempo con la calma de quien sabe que su historia sigue viva. Esta presencia artística es también un recordatorio de la huella que dejó en la literatura y en la vida nacional.


El escritor que caminó las calles de Ibagué


Nacido en Cali en abril de 1837, Jorge Isaacs fue hijo de George Henry Isaacs Adolfus, un ciudadano inglés de ascendencia judía, y de la colombiana Manuela Ferrer Scarpetta, descendiente de un militar catalán. Su vida estuvo marcada por los viajes, las búsquedas y las convicciones. Su padre llegó a Colombia en 1822 desde Jamaica, atraído por la riqueza minera del Chocó, pero fue en el Valle del Cauca donde la familia echó raíces, fundando las haciendas La Manuelita y La Santa Rita.


La vocación inquieta de Isaacs lo llevó a transitar diversas regiones del país, entre ellas el Tolima, donde encontró un espacio de reflexión y trabajo. Su paso por Ibagué se sitúa en la década de 1880, cuando llegó acompañado de su familia en busca de nuevas oportunidades. Aquí se dedicó a la exploración minera, al tiempo que mantenía un compromiso activo con la política y con los ideales de progreso que marcaron su vida.


Aquellos años fueron de esfuerzo y esperanza, pero también de introspección. Entre las montañas tolimenses, el escritor halló inspiración y consuelo, dejando una impronta silenciosa que hoy la ciudad reconoce con gratitud.


La Meseta, su refugio final


Durante su estancia en Ibagué, Jorge Isaacs habitó la casona La Meseta, propiedad de su amigo Juan de Dios Restrepo Ramos, más conocido por su seudónimo literario Emiro Kastos. Allí, entre la serenidad del entorno y la cercanía de su familia, pasó sus últimos años.


Ese lugar, cargado de historia y afecto, fue testigo de sus días finales. La enfermedad lo alcanzó en medio de un entorno que le era cercano y querido. En Ibagué fue velado antes de ser trasladado a Medellín, donde reposan actualmente sus restos. Quienes lo acompañaron en sus últimos momentos lo recuerdan como un hombre de palabra firme, mirada melancólica y espíritu incansable.


Hoy, al recorrer las calles del centro histórico, su figura de bronce evoca esa parte íntima de su existencia: la del creador que amó la naturaleza, la del soñador que creyó en un país capaz de renacer desde la cultura y la educación.


La obra que une pasado y presente


La escultura de Jorge Isaacs fue promovida por la Secretaría de Cultura Municipal y elaborada por el maestro Enrique Saldaña, reconocido por su capacidad de dar forma a la historia con sensibilidad artística. La pieza, ubicada en un punto emblemático del centro histórico, muestra al autor de María sentado en un banco, con el libro abierto entre sus manos, como si aún estuviera compartiendo su legado con quienes se acercan a contemplarlo.


Cada detalle del bronce habla de respeto y admiración. El gesto sereno, la postura reposada y el libro —símbolo eterno de su obra— hacen de esta escultura un puente entre generaciones. Es, además, una invitación a detener el paso, a mirar de nuevo hacia las raíces y reconocer la importancia de quienes, con sus palabras, construyeron la identidad cultural del país.


Esta obra no solo embellece el espacio público, sino que reafirma la vocación artística y patrimonial de Ibagué, una ciudad que ha aprendido a honrar su historia a través del arte y la memoria colectiva.


Patrimonio, arte y memoria viva


El acto de develación de la escultura fue más que una ceremonia: representó un encuentro entre la historia y la contemporaneidad. Con la presencia de autoridades locales, artistas y ciudadanos, la jornada se vivió como una celebración cultural, en la que la palabra “reencuentro” adquirió un nuevo significado.


Recordar a Isaacs es también valorar la literatura como una forma de resistencia y permanencia. Su novela María, publicada en 1867, sigue siendo una de las obras más emblemáticas del romanticismo hispanoamericano y una expresión profunda del sentimiento humano. A través de ella, generaciones enteras han descubierto la belleza del lenguaje, la fuerza de las emociones y la universalidad del amor.


Al devolverle un lugar visible en la ciudad, Ibagué reafirma su compromiso con la preservación cultural, entendiendo que el patrimonio no se limita a los monumentos, sino que también habita en la sensibilidad de sus habitantes.


Ibagué celebra su historia con cultura


En el marco de los 475 años de fundación, la ciudad se consolida como un escenario que entrelaza música, historia y arte. La escultura de Jorge Isaacs se convierte en un símbolo de ese proceso de fortalecimiento identitario, en el que la tradición y la modernidad conviven en armonía.


Este homenaje no solo exalta la figura del escritor, sino que también proyecta una visión de futuro basada en la memoria y el conocimiento. Al recorrer el centro histórico, los ibaguereños y visitantes podrán encontrarse con Isaacs, compartir un instante con su silencio de bronce y recordar que la cultura es el hilo invisible que une a las generaciones.



Ibagué, la ciudad que él alguna vez habitó, le devuelve hoy el gesto con gratitud. Porque recordar también es construir, y porque los pueblos que honran su pasado son los que mejor se preparan para escribir su porvenir.


Síguenos en Facebook. Si quieres estar informado has parte de nuestros grupo de WhatsApp.

 
 
 

Comentarios


  • YouTube
  • Instagram
  • Facebook icono social
  • Twitter
  • WhatsApp-Logotipo

© 2020 by Tatty Umaña. Idea Original with Wix.com

bottom of page